Este cliente, siempre que puede, trata de desarrollar viviendas unifamiliares con prismas puros, que se maclan entre sí, con acabados en blanco… pero de vez en cuando, un cliente tiene condiciones de partida inamovibles o el propio ayuntamiento obliga a realizar cubiertas inclinadas a dos o más aguas, y aún así es capaz de conjugar lo mejor de ambas tipologías… y a nosotros nos toca hacer encajes de bolillos para resolver la estructura. |
Lo más importante para definir la estructura, es entender los diferentes planos de cubierta así como la interacción entre ellos: a veces están tan próximos que es mejor realizar una viga de canto que una ambos planos inclinados y no dos vigas planas independientes. Otras, el problema está en que esos planos solo tienen pilares extremos, con lo que el empuje al vacío (desplazamiento horizontal hacia el exterior de la cabeza de los pilares) que algunos programas informáticos no tienen en cuenta, hace que sea preciso verificar que ese desplome no sea importante de forma manual. En general siempre es mejor añadir un pilar intermedio. |
| Y finalmente, conseguir que la documentación entregada sea lo más entendible posible por el jefe de obra y que no tenga que consultar a cada rato a la dirección facultativa. Por eso, en estos casos, taramos siempre de incorporar pequeñas secciones al lado de las plantas para que se aprecien los cambios de plano del forjado e incluso de tipología, como sucede en este caso. |